Luego de que Meghan Markle recibiera un reconocimiento por parte de "Woman Of Vision Awards", que preside su amiga Gloria Steinem, la actriz y su esposo, el príncipe Harry, fueron perseguidos por un grupo de reporteros mientras la pareja viajaba a bordo de un taxi.
Esta persecución "casi catastrófica", descrita así por un vocero de los Sussex, ocurrió "por tacaños". Y es que, supuestamente, Harry y Meghan querían pasar aquella noche en el hotel de lujo Carlyle, el hotel favorito de Diana de Gales, a cambio de un descuento, el cual, les fue negado.
Por esa razón, la polémica pareja tuvo que pedirle el favor a unos amigos de poder quedarse en su casa, ubicada en Upper East Side, a donde querían llegar sin que nadie los persiguiera para poder guardar el secreto de su ubicación exacta.
"La gente de Harry y Meghan llamó al Carlyle antes del viaje y pidió una habitación con descuento, y el hotel dijo que no. Si hubieran pagado y conseguido un hotel en primer lugar, esta supuesta persecución 'peligrosa' de paparazzi por la ciudad nunca habría ocurrido. Los habrían llevado de vuelta al Carlyle, los habrían fotografiado entrando y eso habría sido el final”, contó la fuente, de acuerdo con "NYP".
"Deberían haber conseguido un hotel por la seguridad de todos. En cambio, fueron tacaños y querían un lugar gratuito para quedarse".
"Page Six", en tanto, informó que anteriormente Meghan Markle y el príncipe Harry sí pagaban las habitaciones del hotel Carlyle, las cuales, llegan a tener una renta de mil 240 dólares por noche y las suites cuestan hasta 6 mil dólares. Pero ahora parece que su economía ha cambiado.
Al final de todo, "el duque y la duquesa de Sussex llegaron a su destino y no se reportaron colisiones, citaciones, lesiones o arrestos al respecto", informó el departamento de policía de Nueva York